En pleno camino francés de la ruta jacobea, O Cebreiro cuenta con un Grial considerado santo por algunos y milagroso por otros.
O Cebreiro es una aldea en la que permanece en pie un conjunto de pallozas o viviendas de piedra con techo de paja, habitadas hasta no hace mucho. Una de ellas, pero de factura moderna, está integrada en uno de los dos establecimientos de turismo rural con que cuenta la localidad; otra, mucho más antigua, ha sido convertida en museo etnológico, de entrada gratuita, abierto mañana y tarde.En O Cebreiro es obligatoria la visita a su iglesia prerrománica, la más antigua de la ruta jacobea conservada en su integridad, que acoge un Santo Grial. Sus campanas sonaban durante los inviernos para orientar a los peregrinos en medio de la niebla. También hay que parar en la hospedería San Giraldo de Aurillac, sin duda la más frecuentada desde Roncesvalles ya que funciona desde el s. IX.